La psicología clínica es la rama de la psicología que se encarga del análisis y abordaje de los procesos que interfieren en nuestro bienestar. Desde APEM trabajamos sobre tres pilares fundamentales: lo que pienso (pensamiento), lo que siento (emoción) y lo que hago (conducta) ante determinadas situaciones o problemas, centrándonos en el ‘aquí y ahora’, con el fin de ayudarte a generar tus propias estrategias.
El objetivo principal radica en identificar qué está generando tu malestar, ayudarte a hacer un uso adecuado de tus recursos personales y desarrollar las habilidades necesarias para que puedas tener una vida plena y feliz.
Actualmente somos especialistas en el abordaje psicológico de:
ADULTOS:
- Desarrollo personal.
- Mejora en la gestión de emociones.
- Insatisfacción vital.
- Tristeza y bajo estado de ánimo
- Depresión
- Ansiedad y estrés.
- Fobias y miedos.
- Trastorno obsesivo-compulsivo.
- Dificultades en las relaciones sociales.
- Hábitos tóxicos, ludopatías y adicciones (problemas de alcohol, drogas y juego).
- Trastornos del sueño.
- Trastornos adaptativos.
- Trastornos de alimentación: anorexia, bulimia, atracones,…
- Control de impulsos.
- Control de la ira.
- Trastorno bipolar.
- Trastornos de personalidad: límite, evitativo, dependiente,…
- Trastorno delirante.
ADOLESCENTES:
- Depresión.
- Tristeza y bajo estado de ánimo.
- Ansiedad y estrés.
- Fobias y miedos.
- Trastorno obsesivo-compulsivo.
- Dificultades en las relaciones sociales.
- Hábitos tóxicos, ludopatías y adicciones (uso excesivo del móvil, juegos online, consumo de cannabis, alcohol,…)
- Trastornos del sueño.
- Trastornos de alimentación.
- Control de impulsos (aprendizaje para gestión emocional)
- Problemas de adaptación.
- Problemas de conducta.
NIÑOS:
- Problemas de conducta.
- Dificultades de aprendizaje.
- Trastorno por déficit de atención con y sin hiperactividad (TDA y TDAH).
- Problemas de adaptación
- Trastorno de ansiedad por separación
- Control de impulsos.
- Trastornos del sueño
- Enuresis y encopresis.
- Trastorno disocial.
- Trastorno negativista desafiante.
PREGUNTAS FRECUENTES
Una persona puede acudir al psicólogo por diferentes motivos:
- Búsqueda de información ante determinadas situaciones.
- Ayuda en la toma de decisiones importantes.
- Como una forma de optimizar su vida ‘puliendo’ determinados aspectos que, no generan un gran problema en tu día a día, pero sí incomodidad ante determinadas situaciones.
- Con el fin de superar problemas que te generan un sufrimiento y que repercuten de una forma negativa en uno o varios ámbitos de la vida (personal, familiar, social, laboral,…).
Las personas a lo largo de nuestra vida pasamos por periodos de especial dificultad y nos encontramos sin los recursos necesarios para hacerles frente, pero con ayuda y comprensión todo es más sencillo y llevadero. Ahí es donde entra en juego el papel del psicólogo, desde APEM te ayudaremos a encontrar una solución y a conseguir el logro de tus objetivos, entre ellos tu bienestar, ya que “no siempre podemos elegir la música que la vida nos pone pero sí podemos elegir cómo la vamos a bailar”.
Es normal que antes de asistir a terapia afloren determinados miedos e inseguridades, y es que nadie ha dicho que dar ese paso sea fácil; es un paso que requiere valentía y coraje. Por ello, una de mis labores consiste en recoger esos sentimientos y generar un ambiente cálido, en el que sientas cómodo/a y donde primen la comprensión y la confianza, con el fin de ayudarte a establecer y conseguir tus objetivos. Aquí tú marcas el ritmo.
Desde Atención Psicológica en Madrid consideramos la terapia como un bastón que te ayudará a dar los primeros pasos hasta que seas capaz de hacerlo por ti mismo/a. Por ello, establecemos planes individualizados con el fin de reducir la duración del tratamiento, para ello, también será importante el compromiso que la persona tenga con el proceso terapéutico; cuanto mayor es la implicación mayores son los avances. Las sesiones son de 50 minutos y su periodicidad suele ser semanal o quincenal, aunque somos flexibles y nos adaptamos siempre a las necesidades de cada persona.
El psicólogo y el psiquiatra son dos profesionales compatibles y estrechamente vinculados, pero su labor y forma de proceder son diferentes:
El psiquiatra, ha cursado previamente la carrera de medicina y posteriormente se ha especializado en la rama de psiquiatría para ejercer su labor como profesional en el estudio y tratamiento de los problemas de salud mental haciendo uso, generalmente, de la prescripción de fármacos.
El psicólogo general sanitario ha cursado la licenciatura/grado en psicología especializándose mediante un máster en el ejercicio de la profesión. Su modelo de trabajo parte de una perspectiva biopsicosocial y su función se centra en ayudarte a identificar qué procesos (pensamientos, conductas y emociones) están generando tu malestar, apoyarte para que conozcas cómo operan con el fin de que desarrolles estrategias, pautas y recursos personales que te ayuden a afrontar las dificultades y favorezcan tu bienestar emocional no sólo durante la terapia sino también a lo largo de tu vida.
A lo largo de nuestra vida desarrollamos una serie de patrones que nos ayudan a superar las diferentes situaciones a las que nos enfrentamos en nuestro día a día. Con el paso del tiempo, estas formas de pensar, sentir y actuar, pueden volverse desadaptativas, o lo que es lo mismo, no nos ayudan a afrontar la situación o el problema de forma eficaz por diversas circunstancias (cambios en el contexto, situaciones novedosas,…) y esto nos genera disconfort, malestar y/o sufrimiento. Desde la terapia cognitivo-conductual se analizan estos patrones de respuesta y se busca la generación de nuevos recursos y habilidades con el fin de conseguir una vida más plena.
Podemos diferenciar las siguientes fases durante el proceso:
- Fase de evaluación. Generalmente dura una o dos sesiones y nos sirve para conocer en profundidad tu problema, identificando sus diferentes componentes.
- Fase de devolución. Es un proceso de intercambio, en el que dialogaremos sobre las necesidades que percibimos y cómo podemos abordarlas.
- Fase de tratamiento. Durante este periodo se aplicarán diferentes técnicas y pondrás en marcha una serie de recursos personales con el objetivo de eliminar tu malestar y mejorar tu calidad de vida. El éxito de esta fase, está ligada a la implicación del paciente, tanto fuera como dentro de la consulta.
- Fase de seguimiento. En esta fase, toca ‘aprender a andar sin muleta’. Si has llegado hasta aquí quiere decir que ya sólo necesitas mantenerte e interiorizar poco a poco todo lo aprendido durante el proceso de terapia, para ello, las sesiones serán cada vez más espaciadas en el tiempo hasta que consideres que has cumplido tus objetivos.
- Fase final o alta.