Psicología presencial
Madrid centro

Es importante que cuides de ti ya que vas a estar contigo toda tu vida.

Cuando alguien comienza a sopesar la idea de ir al psicólogo, suele comenzar con un proceso de ambivalencia, en algunas ocasiones lo tiene muy claro y en otras, no tanto. A veces, esta idea fluctuante va asociada a cómo nos sentimos, es decir, al grado de malestar/bienestar que experimentamos.
Otras veces, la decisión está clara pero nos abordan dudas sobre el proceso: ¿Cómo será? ¿Qué me encontraré? ¿Cómo voy a sentirme? ¿Mi problema será lo suficientemente importante para acudir a terapia? ¿Esto me ayudará a sentirme mejor?…

También es frecuente que busquemos información en internet, que preguntemos a conocidos o allegados que han acudido a terapia,… Y por supuesto, que experimentes: miedo, inseguridad, vergüenza, dudas, incertidumbre, pero también valentía, orgullo y esperanza al sentir que estás tomando el control sobre lo que ocurre y que te estás movilizando hacia la mejora.

Tranquila/o, todo esto que estás experimentando es normal y forma parte del proceso en el que te encuentras. Al final estás tomando una decisión importante, que va a implicar un cambio significativo en tu vida. 

Desde el equipo, somos conscientes de que dar este paso no resulta fácil en muchas ocasiones, por eso parte de nuestra labor como profesionales consiste en generar un ambiente cercano, cálido, empático y comprensivo, donde puedas sentirte escuchada/o, arropada/o, segura/o y en confianza.

Nuestro objetivo es ofrecerte un espacio en el cuides emocionalmente de ti y es que, somos conscientes de lo difícil que puede resultar compartir aspectos íntimos de tu vida pero también, de la tranquilidad, seguridad y satisfacción que se genera tras ello.

¿Cómo funciona?

Llamada de valoración

Una vez contactes con nosotras, reservaremos un espacio para que tengamos una primera toma de contacto telefónico. El objetivo será conocerte, que nos cuentes qué te ocurre y  valorar si somos el equipo que mejor se adapta a tus necesidades. Si es así, se te asignará a la profesional que más se adapte a tus necesidades y circunstancias.

evaluación

En las primeras sesiones, evaluaremos qué te está ocurriendo; es decir, le daremos un espacio a conocer el malestar, los recursos que has puesto en marcha, qué diferencias notas entre tu yo de antes y la de ahora, exploraremos también tu historia de vida, cómo se encuentran tus diferentes áreas vitales,… para así, poder ir identificando junto a ti, los objetivos terapéuticos y cuál es la frecuencia de sesiones que más se adapta a tus necesidades.

consecución de objetivos

En esta etapa, comenzaremos a trabajar en la consecución de estos objetivos: introduciendo estrategias y recursos que pueden ayudarte a reducir o eliminar el malestar, ayudándote a conocer y respetar tu funcionamiento interno, generando conciencia de los pensamientos, creencias y construcciones sociales que puedan estar limitándote para que desde ahí puedas ir recolocándote de una manera más saludable en tus diferentes áreas vitales (la relación contigo misma/o, tu trabajo/estudios, familia, amistades, pareja,…).

espaciamiento de sesiones

Tras esto, las sesiones comenzarán a ampliarse en el tiempo, para que ambas/os, podamos ir evaluando cómo te vas sintiendo y desenvolviendo en las diferentes circunstancias que te rodean, pues nuestro objetivo final es que puedas caminar con mucha seguridad y confianza en ti misma/o, sin necesidad de tener nuestro apoyo.

¿Desde qué enfoque trabajamos?

Probablemente, hayas buscado información sobre las diferentes terapias y modelos terapéuticos en internet y hayas extraído algunas conclusiones al respecto… No obstante, al igual que un cirujano puede seleccionar una técnica quirúrgica en función del tipo de persona y su patología, nosotras como profesionales de la salud mental también lo hacemos. Por ello, trabajamos desde un enfoque integrativo con el fin de ofrecerte un tratamiento personalizado, adaptando los recursos a tu ritmo y necesidades (y no al revés).

¿Qué significa esto? Que tenemos formación en diferentes orientaciones psicológicas y corrientes terapéuticas:

Podríamos decir que con esta cantidad de recursos terapéuticos y al no tener sólo formación en un enfoque terapéutico sino en varios, podemos diseñar y crear una abordaje psicológico personalizado para ti, para que se adapte plenamente a tus necesidades.

¿En qué podemos ayudarte?

Si has llegado hasta aquí, es probable que lleves tiempo sintiendo que hay algo que no va bien, experimentando malestar, sintiendo que has perdido el control de algunos aspectos de tu vida y que estás en ‘modo supervivencia’, ‘apagando fuegos’, poniendo en marcha recursos que te ayudan pero no solucionan del todo el problema… Tal vez te cueste reconocer en tu yo de hoy a la persona que siempre has sido, te percibas peor o identifiques cosas en algunas áreas de tu vida (trabajo/estudios, pareja, familia, amistades,…) que no te satisfacen todo lo que te gustaría pero no sabes exactamente si el problema eres tú o lo de fuera, sabes que necesitas un cambio pero quizá no identificas en qué exactamente o tal vez no sepas cómo llevarlo a cabo.
Quizá estas sensaciones también vayan acompañadas de: tristeza, desánimo, ansiedad, rabia, pensamientos obsesivos, inseguridad, miedo,… E incluso, dificultad para dormir bien, taquicardias, sensación de falta de aire, dificultad para respirar, cansancio o falta de energía, problemas somáticos (cefaleas, síntomas digestivos, contracturas musculares,…),…
Cuando el malestar es sutil y/o te acompaña durante un tiempo, es frecuente que tendamos a acostumbrarnos a él, a integrarlo como algo normal dentro de nuestra vida o  incluso que lleguemos a resignarnos.

Es importante que cuides de ti ya que vas a estar contigo  toda tu vida.

¿Qué pensarías si te digo que esto puede cambiar? Que puedes vivir una vida más plena y feliz, ¿la visualizas? ¿Imaginas cómo te sentirías? Estoy segura de que, dentro de una perspectiva realista, podrías conectar con algunas de esas sensaciones.

Tal vez estés leyendo esto y resuene con fuerza dentro de ti o tal vez pienses, que son las circunstancias que te rodean las que hacen que estés así, es normal, somos seres sociales y relacionales, lo que ocurre a nuestro alrededor nos afecta directamente, pero siempre tenemos un margen de maniobra para poder cambiar cosas, quizá no podamos cambiar el problema, pero sí podemos cambiar la forma en la que nos relacionamos con él.

No caigas en la trampa de normalizar el malestar.

Recuerda, en las decisiones que tomamos tenemos la posibilidad de cambiar esto, priorízate, cuida emocionalmente de ti y busca un espacio en el poder escucharte y trabajar en tus necesidades emocionales.